lunes, 19 de diciembre de 2011

Miles de regalos

Llega la época de los regalitos y todos queremos sorprender a los nuestros con un gran regalo, o ...por lo  menos el regalo perfecto.
 A mi me encanta hacer regalos, bueno, recibirlos también, para que nos vamos a engañar, pero hacerlos conlleva la satisfacción de ver la cara de alegría de quien lo recibe. El envoltorio es casi tan importante como el regalo en si, y es parte del éxito¡ 
Aquí van algunas ideas














martes, 13 de diciembre de 2011

“Ni la prima de riesgo ni la tasa de paro han impedido que la colección de Versace para H&M arrase en España gracias a la fidelidad de sus más devotos que no dudaron en pasar la noche al raso para adquirir las prendas fetiche de la firma.”
 Madre mía del amor hermoso, está visto que la crisis no frena a un buen fashion victim.
He de confesar que aunque yo caería la primera ante alguno de los modelitos…no soy fan de Versace, ni de la buena, ni de esta copia low cost para H&M que es la esencia, elevada a la máxima potencia, del estilo Versace más colorido pero no nos engañemos,  con la calidad de siempre.  Un exceso poco ponible y más propio de divas de Holliwood, estrellas del pop y celebrities varias que de la mujer de a pie, por muy fashion que se ponga para salir de cuando en cuando de fiesta.











Grandes Damas I

De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier.                                                                   
Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad". 
 

 Su primer encuentro con John kennedy se dio en 1945 durante una cena en Washington. El tenía 35 años y ella doce años menos. Jackie estaba en ese entonces comprometida con John Husted, aristocrático corredor de la bolsa de Wall Street, por lo que declinó la invitación que Kennedy le hizo para salir al siguiente día.
Pasaron años sin verse uno al otro hasta que Jackie fue al Senado a hacerle unas fotos. Cuando él la vio, observó que traía un anillo de compromiso y le preguntó que "quién era el hombre dichoso". Ella, simplemente le sonrió coqueta. Tiempo después continuaron frecuentándose y a nadie tomó por sorpresa que Jackie rompiera su compromiso con su enamorado Husted para unirse en matrimonio con John F. Kennedy.


 
 El Vestido de Jaqueline Bouvier en seda color marfil requirió de 46 metros de seda  y llevó  más de dos meses su confección, misma que realizó la diseñadora afro-americana Ann Lowe, nacida en Alabama, y quien también diseñaba para distinguidas señoras de las familias de la alta sociedad como los Du Pont, Lodge y los Auchincloss. La señora Lowe contaba con 54 años cuando realizó el vestido en cuestión. Ella misma también diseño los vestidos y capas de las damas de honor. 


La pareja se unió a los 1,200 invitados en una fiesta de champagne, con música de Mayer Davis y su orquesta. Para el primer baile de la pareja, los Kennedy habían seleccionado la melodía "I Married an Angel" (Me casé con un ángel). Posterior a la partida de un pastel de 5 pisos, se sirvió un desayuno que consistía de un tazón de fruta, pollo en crema y helado esculpido de tal forma que asemejaba rosas. 




El matrimonio tuvo cuatro hijos: Arabella (falleció antes de nacer, 1956), Caroline Bouvier Kennedy (1957), John Fitzgerald Kennedy Jr. (1960-1999), y Patrick Bouvier Kennedy (nació y murió en agosto de 1963).
    
  

 Su matrimonio, aunque parecia idílico pasó por dificultades ya que se acusaba a su esposo de ser un mujeriego y de tener una mala salud.

  
 Nunca le gustó el título de “primera dama” ya que decía que parecía el nombre de un caballo. Con la llegada de su marido a la Casa Blanca, la vida privada de Jackie se convirtió en centro de atención del público. Le gustaba vestirse con trajes de diseñadores franceses, lo que algunos diseñadores americanos consideraron un símbolo de deslealtad. Durante su periodo como primera dama, Jacqueline se convirtió en un icono de la moda, tanto a escala local como internacional.

 
 El primer gran proyecto de Jacqueline fue redecorar la casa presidencial. Consideraba que la decoración anterior estaba vacía de contenido histórico. Como amante de la historia, pensaba que la mansión tenía que representar plenamente a su país. Trabajó duro para encontrar muebles antiguos auténticos y obras de arte que encajaran con el diseño de la Casa Blanca. Encontró retratos originales de personajes como Thomas Jefferson y Benjamín Franklin.





Jackie Kennedy estaba sentada al lado del Presidente cuando éste recibió el disparo que lo mató el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.
 Su templanza en los momentos posteriores al asesinato hizo que se ganara la admiración del mundo entero. Presidió el funeral por el presidente, llevando a sus dos hijos de la mano.



 






jueves, 1 de diciembre de 2011

Hola Diciembre

Día 1...empieza la cuenta atrás para las fiestas más entrañables del año....por lo menos para la mayoría de los mortales...a pesar de esa otra cara de bullicio,cenas familiares, fiestas, compras compulsivas, más cenas....hay una parte dulce, que nos vuelve blanditos, que nos hace niños de nuevo... esa es la parte que me gusta.